Características y situación actual

A pesar de la resistencia a la dominación, de sus aportes a la construcción económica, política y cultural del país, los afrodescendientes han sido generalmente invisibilizados.

La situación de las comunidades afrodescendientes se caracteriza por:

a) Presentar los indicadores socioeconómicos más bajos y deficientes de país;
b) Estar ubicadas en algunas de las zonas urbanas y rurales más críticas en materia de violencia;
c) Una presión creciente y constante sus territorios y recursos naturales, por parte de los actores armados y los megaproyectos;
d) La formulación de políticas y la intervención institucional no tienen en cuenta sus particularidades culturales y han contribuido a procesos de negación y pérdida de la identidad cultural;
e) No existe voluntad política del Estado y sus instituciones para cumplimiento de sus derechos adquiridos;
f) Ausencia de mecanismos que sirvan real y efectivamente para la protección de sus derechos;
g) Estar excluidas y/o subrepresentandas, y la violación sistemática de su derecho a participar.

Muchos de estos aspectos son vividos más críticamente por las mujeres y jóvenes afrodescendientes.

En el marco de la aguda crisis de derechos humanos que vive el país, los afrodescendientes constituyen uno de los sectores a quien más se le vulneran el conjunto de sus derechos. Sumado a las tradicionales secuelas del racismo y la discriminación racial, son víctimas del desplazamiento forzado interno en distintos lugares del país: Urabá, Montes de María, Sur de Bolívar, Norte y Sur del Cauca, Chocó, Buenaventura y la costa del departamento de Nariño, que constituye una de las más graves y sistemáticas violaciones después de la esclavitud. Según Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, Codhes, en el año 2000, 317.000 colombianos se vieron obligados a desplazarse para salvar sus vidas. Sin embargo, la Red de Solidaridad Social reconoció que en el segundo semestre de 2000, el 30 por ciento de los desplazados eran afrodescendientes.

El desplazamiento de los afrodecendientes no solo está asociado al conflicto armado. En muchas zonas del país las comunidades están siendo desplazadas en áreas donde se están realizando o se proyectan megaproyectos agroindustriales, de infraestructura, industriales o de explotación de recursos naturales. En la región del Pacifico, la segunda zona en el mundo por su diversidad biológica, los desplazamientos están ocurriendo en áreas en las que a los afrodescendientes les están reconocidos sus derechos a la titulación colectiva de los territorios ocupados por ellos ancestralmente, a los recursos naturales renovables y a mecanismos especiales de consulta.

Muchos de estos aspectos son vividos más críticamente por las mujeres y jóvenes afrodescendientes.

En el marco de la aguda crisis de derechos humanos que vive el país, los afrodescendientes constituyen uno de los sectores a quien más se le vulneran el conjunto de sus derechos. Sumado a las tradicionales secuelas del racismo y la discriminación racial, son víctimas del desplazamiento forzado interno en distintos lugares del país: Urabá, Montes de María, Sur de Bolívar, Norte y Sur del Cauca, Chocó, Buenaventura y la costa del departamento de Nariño, que constituye una de las más graves y sistemáticas violaciones después de la esclavitud. Según Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, Codhes, en el año 2000, 317.000 colombianos se vieron obligados a desplazarse para salvar sus vidas. Sin embargo, la Red de Solidaridad Social reconoció que en el segundo semestre de 2000, el 30 por ciento de los desplazados eran afrodescendientes.

El desplazamiento de los afrodecendientes no solo está asociado al conflicto armado. En muchas zonas del país las comunidades están siendo desplazadas en áreas donde se están realizando o se proyectan megaproyectos agroindustriales, de infraestructura, industriales o de explotación de recursos naturales. En la región del Pacifico, la segunda zona en el mundo por su diversidad biológica, los desplazamientos están ocurriendo en áreas en las que a los afrodescendientes les están reconocidos sus derechos a la titulación colectiva de los territorios ocupados por ellos ancestralmente, a los recursos naturales renovables y a mecanismos especiales de consulta.

 

Los afrodescendientes tienen hoy que superar las profundas desigualdades económicas y sociales que les impiden llevar una vida con dignidad, mantener y recuperar sus territorios, fortalecer y desarrollar su identidad cultural, defender su derecho a participar y ser autónomos, encontrar mecanismos y estrategias para hacer frente al desplazamiento forzado y las consecuencias sociales, culturales, económicas, políticas y sicológicas que éste conlleva.

Para seguir afirmando la vida y la alegría, la esperanza y la libertad, hay solo un camino posible y los afrodedescendientes deberán sobreponerse la dispersión existente y la falta de propósitos comunes, a fin de poder enfrentar los inmensos desafíos que el presente les plantea.